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ÉXTASIS





El elemento constitutivo de cualquier misticismo (-->) es el alcance de una perfecta e íntima comunión con lo divino llamada éxtasis (literalmente, <estar fuera de sí>) en la tradición cristiana, nirvana en la tradición budista, brahman en la hinduista, tao en la cultura china taoísta y satori en la cultura zen japonesa. La psiquiatría describe este fenómeno como un estado de <trance>, una alteración de la consciencia muy parecida al sueño pero con características fisiológicas bastante particulares (por ejemplo, el electroencefalograma siempre es similar al efectuado en estado de vela, aunque haya pérdida del conocimiento y de los contactos con la realidad ambiental, acompañada además de amnesia al despertar).

A menudo los místicos han descrito el éxtasis como una intuición prolongada. De hecho, la intuición (la comprensión de cualquier cosa sin mediación intelectual) es siempre  una iluminación, un momento en el que <la verdad resplandece> y se presenta a la conciencia como si proviniera del exterior. Pero mientras que en la vida diaria la intuición es un hecho extraordinario, un estado mental efímero y siempre limitado en el tiempo, en la condición de éxtasis la relación se invierte: el místico participa intuitivamente del mundo que le rodea, vive una experiencia totalizadora y liberadora más allá de la cognición de sí mismo y de cualquier forma de conflictividad. La conciencia egocéntrica es sobrepasada en una especie de dilatación del conocimientoSan Dionisio, el mayor teórico del misticismo medieval, habló de una <tensión irrefrenable>, una sensación de estar <desligado de uno mismo y libre de todas las cosas>. El éxito final de este proceso es la deificación (deificatio), literalmente <convertirse en Dios>: el individuo se anula en cuanto tal y en estado de trance, más allá de la percepción normal del mundo que le rodea, se identifica con la totalidad y con lo divino.

El psicoanalista O. Rank (Lo Sagrado, 1917) definió los aspectos psicológicos de la experiencia del éxtasis con el término numinoso (de numen, en latín <potencia divina>). El numinoso designa un mysterium tremendum, o sea aquél sentimiento de temor mezclado con la veneración que caracteriza a todo lo que es sagrado.

Esta condición inefable e inaccesible a la comprensión conceptual <puede penetrarnos como un doloroso flujo de armonioso y apacible recogimiento interno. Puede también traspasar el alma con una resonancia que vibra y perdura hasta que desaparece. O puede interrumpir repentinamente en el alma con espasmos y convulsiones y arrastrarnos hasta las más extrañas excitaciones, hasta el frenesí, hasta el orgasmo, precipitándonos en un horror espectral al encubrirse en formas salvajes y demoníacas>.

La iluminación llega siempre inesperadamente como un don otorgado a quien medita, y ningún método contemplativo garantiza un resultado eficaz. Aunque se requiere un aprendizaje que puede durar de por vida, el contacto imprevisto con el numinoso siempre trastorna la personalidad del individuo.




TOMADO DE ATLAS UNIVERSAL DE FILOSOFÍA - OCEANO